Llevo un pañuelo de cuadros dentro de casa y el pelo recogido. Nada es como antes, pero huele a algo conocido. He deborado 'Lo mejor de la vida' de Rona Jaffe en un par de días y aún estoy andando por Manhattan. Muy lejos, en otra gran ciudad las mentes han desconectado el modo aleatorio y van funcionando en bucle. Sé que tu esperas un reencuentro mientras él nada entre acordes de solos. Ella persigue sueños cerca de un escenario y él se pierde entre las agujas del reloj mientras manda mails, mensajes y señales de humo a sus quieridos odiados amigos. El tiempo vuela y el armario está recién llenado de lana, mangas largas, leotardos y sombreros. No sé si le pasa a todo el mundo, pero a mi, guardar la ropa de verano me altera. Como si con cada camiseta, vestido y pantalón corto se fueran momentos, personas y escalofrios. Como si ya tocara olvidarlos como toca cambiar de atuendo. En fin...'no hay más leña que la que arde' canta The New Raemon y yo pienso en rascacielos de Barcelona, en errores, en patrañas i en qué más da. Un mail me hace reir con tópicos que siempre funcionan y creo que mañana será otro día.
"Aquí me encontrarás. Valiente."-
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