A veces hay que apretarse el cinturón emocional. Vivir con moderación, amar menos pero hacerlo bien, conformarse con miradas y dejarse de deseos. Hay que hacerse a la idea que solo tenemos dos manos y un solo corazón. Y que a veces, menos es más, y mejor. Aprender a que con eso baste. Vamos a ello.-
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