Alice in wonderland

Alicia vive hoy en un plató de televisión abandonado de la periferia. Duerme detrás de un chroma en desuso que convierte en cielo, en parque de atracciones o en una isla desierta. Suena Regina Spektor cuando atraviesa de nuevo la puerta de los sueños y despierta poco a poco la imaginación. Ya noy neveras vacias, solo ella y el conejo de la suerte dominando el mundo. El país de las maravillas solo tiene 60 metros cuadrados, suficientes para dos, suficientes cuando se para el reloj y ya no hay tiempo ni espacio. Alicia no quiere crecer. Solo quiere ser feliz y reir hasta llorar. Y no está sola. Nunca. El mundo se para cuando cruza la pequeña puerta azul de ese garaje en un callejón. Adiós mundo real. Bienvenida al país de las maravillas.-