miércoles, 8 de diciembre de 2010

Ding Dong mundo

Marta me contó ayer que su terapeuta le ha puesto una campana. Imaginaria, aclaraba. Una especie de super capa que repele la energía negativa y te aisla a ti junto a la buena, para que puedas respirar y vivir tranquila. Me lo contaba y se reía. Nunca se ha llevado bien con el new age y sigue creyendo que le estan dando placebo. Pero lo mejor de su historia es que "puede" levantarse la campana imaginaria cuando quiere para sentir al cien por cien el mundo real, sin miedo a nada. Y mientras ella me contaba las capas mente-emoción-energia y la relación entre pensamientos negativos y fuerza vital, yo empezaba a diseñar mi propia capa supersónica. Por si a caso, por si en lugar de vivir al doscientos por cien, me apetece quedarme con solo lo bueno mientras veo rebotar verdades, límites, frialdad e imbecilidad. Ella se imagina una campana transparente, de vidrio, yo una redondita con muchos colores y sonrisas que envien al mundo exterior un mensaje claro, hemos venido a ganar y nadie ni nada nos detendrá.-

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